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¿Qué extrañas de tu infancia?


¿Qué extrañas de tu infancia?

- Yo:

"Vivir con la libertad de un niño".

Éste fin de semana me puse a ver fotografías de cuando era niña, lo primero que noté fue lo "chatita" que tenía la nariz, en serio, parecía que solamente eran dos hoyuelos para poder respirar, según mi mamá que yo le decía que me gustaba (de eso no me acuerdo, pero le creo jaja).

Obvio cambió mi nariz, y con ella cambiaron muchos detalles en mí, algunos de ellos no se pueden ver frente al espejo.

Me fui transformando y fui dejando ciertos "detalles esenciales de supervivencia", ahora se preguntan cuáles son esos detalles, pues bien, les llamo así a esas pequeñas acciones simples como el decir NO cuando no queremos (hacer, ir, aceptar), así como el decir SI, ambos sin culpas ni remordimientos (cuestión que se puede recuperar en la etapa adulta).

Otro detalle esencial de supervivencia que vamos modificando, es nada más y nada menos que, expresar nuestras emociones naturalmente en el tiempo indicado, y cuál es el tiempo indicado, cuando quieras y necesites. Ahora me imagino como un globo cada vez que me guardo una emoción, la que sea. No quiere decir que uno reprima su felicidad si no ríes o gritas de alegría, o que uno no trabaje en su paz interior si tienes ganas de llorar y no encuentras una razón importante, es simplemente darnos cuenta que entre más seguimos el buen comportamiento, más nos alejamos de expresar de una manera pura un sentimiento (es una observación personal no una verdad absoluta).


Pero con todo esto me pregunto cuándo empezamos a limitarnos, en qué momento comenzamos a creer que la madurez va en contra de disfrutar a plenitud, sin relacionar ese disfrutar la vida con vacaciones o fines de semana, porque una vida tiene 365 días.

Alteramos nuestro concepto de libertad y lo convertimos en un cuadrado pintado de un color aburrido (dejo a su imaginación el color aburrido de su preferencia). Qué necesidad de encuadrar todo, es como vivir en una zona de confort todo el tiempo. De niño hacemos mil preguntas, nos caemos y nos volvemos a levantar, andamos ahí arriesgando nuestras vidas tratando de subir las escaleras solos, viendo para qué sirve cada instrumento que nos vamos topando en la casa, estoy un 90% segura que tenemos más cicatrices por aventuras de la infancia que en todos estos años después de la pubertad, todo con tal de conocer más y experimentar sin miedo alguno (tomaré un instante para agradecer que sigo viva después de tantos peligros a los que me enfrenté en el pasado).


Personalmente, lo que si me dio un golpesillo en el corazón al escribir hoy, es que en la niñez tenía la libertad de soñar, y no me afectaba el comentario de que "soñar" es una pérdida de tiempo.

Me considero una "soñadora" de la vida diaria, lo confieso jaja , muchas veces me cuestiono cuál camino tomar, si vale la pena arriesgarse o ir por el camino seguro ¿les ha pasado?. Así como pensar una y otra vez lo mismo, sin llegar a definir nuestro plan de acción, ¡mal! esto está muy mal.

Podemos simplificar todo en nuestra vida, como lo hace un niño, para nuestro propio beneficio, pero por qué ese afán de complicarlo.

Simplemente es equilibrar nuestra vida, agregándole años de chispa y experiencia. Y les vuelvo a preguntar ¿Qué extrañas de tu infancia?, si deseas enviarme tu respuesta con gusto la voy a leer, si no, ojalá la respondas para ti y veas si hay algo que te haría feliz retomar.


¡Bonita vida a todos ustedes!

















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