¡Abrazos!
Éste fin de semana, después de meses, por fin volví a ver a mis papás, repito, a mis papás, ya me pueden imaginar con la sonrisa de oreja a oreja y con esa chispa de felicidad dentro de mí.
Al primero que vi fue a mi papá que me recibió en el pasillo del piso donde se encontraba su habitación y por instinto nos dimos un abrazo, yo no lo soltaba, se los juro. Nos fuimos juntos a su cuarto donde estaba mi mamá arreglándose, se veía preciosa, di un brinco hacía ella (así me imaginé pero sólo di pasos rápidos jaja). Sentí como en un abrazo puedes decir todo, pude decirles lo feliz que estaba de volverlos a ver, de una vez más compartir tiempo juntos en un mismo lugar, lo mucho que los extraño... lo mucho que los amo.
Esa demostración de afecto es una recarga de energía interna increíble, no puedo negar que cada vez que abrazo a mis papás siento ese bienestar, es como si ese contacto físico me dijera "todo está bien".
Me sorprende que un sólo acto de unión puede expresar tanto. Como un momento sencillo, pudiéramos decir que sin ningún esfuerzo relevante, nos entregara tanta paz reconfortante.
¿Recuerdan algún abrazo especial que hayan dado/recibido?
Los invito a ¡Dar abrazos!... son mágicos, es una proyección de amor y buena vibra, es un saludo y una despedida con buenos deseos, en algunas situaciones es un consuelo necesario, un "estoy contigo", es levantar el ánimo mutuo.
Simplemente es un regalo para el alma.
¡Bonita vida a todos ustedes!
Margie.